El voto particular de Conde-Pumpido es una catarata de insultos contra sus compañeros del Constitucional

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Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
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El voto particular del magistrado Cándido Conde-Pumpido es una catarata de descalificaciones e insultos hacia sus compañeros togados por los argumentos para declarar inconstitucional el primer estado de alarma de Pedro Sánchez: «Jurista lego, pobre argumentación», son algunos de los calificativos que destila el que fuera fiscal general del Estado con el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.

Conde-Pumpido ha arremetido en su voto particular contra los argumentos utilizados por el resto de compañeros para tumbar el estado de alarma de Pedro Sánchez. «No resuelve, sino que crea un grave problema político, al desarmar al Estado contra las pandemias, privándole del instrumento que la ley determina expresamente para hacer frente a las crisis sanitarias, el estado de alarma».

Pero lo que más ha llamado la atención es la suficiencia y la superioridad con la que trata al resto de magistrados del Constitucional, especialmente a los que se decantaron por admitir el recurso de inconstitucionalidad presentado por Vox.

Conde-Pumpido asegura que la resolución no responde a verdaderos criterios jurídicos y califica como «argumentación pobre» la utilización de un «mero atajo argumental para estimar la inconstitucionalidad de una medida sanitaria solicitada por un partido político – en referencia a Vox- que previamente había apoyado expresamente en el debate y votación parlamentaria de la prórroga».

Después asegura que el argumento de que se suspendieron los derechos de los ciudadanos es más propio «de un lego» que del máximo intérprete de la Constitución. Siguiendo con las descalificaciones hacia el resto de magistrados, el ex fiscal general del Estado con el PSOE asegura que la resolución es «ejercicio más propio de un jurista de salón que del máximo intérprete de la Constitución».

Añade que además se realiza una «interpretación extensiva» y «extravagante» del concepto de orden público para justificar el sentido del fallo. Cándido Conde-Pumpido se despacha criticando cada línea de la resolución y asegura que los argumentos de la mayoría son una «prolija, profusa y confusa acumulación de materiales doctrinales y teóricos» que no vienen al caso.

En su voto discrepante, Conde-Pumpido sigue arremetiendo contra los magistrados que votaron a favor de la inconstitucionalidad de la medida: «Proponer que se garantizan mejor los derechos de los ciudadanos suprimiéndolos en lugar de restringiéndolos y dejando incólumes algunas de sus garantías constitucionales, es no entender el sistema de derechos fundamentales establecido en nuestra norma fundamental».

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